Por Rodrigo Matuck
El hincha del Santos se fue este lunes de Vila Belmiro con un sabor amargo. Un empate 0-0 con Cuiabá frustró a los blanquinegros que esperaban una mejor actuación, especialmente después de la remontada sobre Flamengo la semana pasada.
La actuación del Peixe ante el Dourado, en la 32ª jornada del Campeonato Brasileño, estuvo muy por debajo de las expectativas. A pesar de jugar en casa, el equipo sólo realizó cuatro tiros en el partido, de los cuales sólo dos fueron a portería. El equipo se encontró atrapado en la guardia del oponente y poco hizo para liberarse.
La suerte del Alvinegro Praiano fue que Cuiabá no supo aprovechar las vacilaciones defensivas del equipo local. Los visitantes tuvieron al menos dos ocasiones claras para marcar, pero no lograron marcar.
El empate acompañado de una mala actuación también puso de relieve las deficiencias del plantel del Santos. Falta una pieza para que este equipo sea competitivo. El gran problema está en defensa.
El técnico Marcelo Fernandes no pudo contar con Dodô, por una lesión en la rodilla, João Basso, por una lesión muscular, y Lucas Braga, suspendido. Se echa mucho de menos a los tres. El técnico no encontró alternativa para mantener la formación con tres defensas que tan bien había funcionado y decidió optar por el antiguo 4-3-3.
El plan no tuvo éxito. Mendoza, Lucas Lima y Soteldo no se llevaban bien en el ataque. João Lucas tuvo espacios para atacar por la derecha, pero pasó una mala noche. Incluso Jean Lucas estaba en desventaja y casi no apareció en el juego con estos cambios.
Por tanto, Peixe perdió una gran oportunidad de descansar en el Brasileirão. Ahora, el club está a sólo un punto de la zona de descenso y ya tomó una decisión ante el Goiás el próximo jueves.
Deje su comentario